Repaso lo que he hecho durante el día y lo que quiero hacer el siguiente. Si hará mal tiempo y podré ponerme jerséis calentitos y sacar las botas del armario. Y cuando todo lo accesorio está decidido, dejo vagar la mente para terminar en ti. En nosotros. Porque igual que todos los caminos llevan a Roma, todos los pensamientos van al amor.
En ese momento es cuando todo el poderío comienza a evaporarse con el calor que me envuelve y yo empiezo a encoger, a temblar por el aún frío tacto de las sábanas, y termino hecha un ovillo ocupando tan poco espacio que me creo transparente.
Las noches no están para pasarlas solo, que dormir sin compañía no es sensato. Alguien tiene que protegerte de tus sueños y, de vez en cuando, infundirlos y alentarlos, que la soledad no es algo físico y de héroes no está el mundo lleno.
Pero, puestos a jugar, que caiga ya el sueño aunque, un día más, mi cama esté llena de tu ausencia y yo sobre por los cuatro costados.