viernes, 3 de mayo de 2013

La primavera se ha enredado en tu pelo.

Me gustas como un oso en primavera.
¿«Un oso en primavera»? -Midori volvió a levantar la cabeza-. ¿Qué es esto? ¡«Un oso en primavera»!
—Imagina que paseas sola por un prado y se te acerca un osito con la piel aterciopelada y unos ojazos. De pronto el osito te dice: «¡Buenos días, señorita! ¿Quiere usted rodar conmigo?». Entonces tú y el osito os pasáis el día entero rodando abrazados por una ladera sembrada de tréboles. Es bonito, ¿no?
—Muy bonito.
—Pues a mí me gustas tanto como eso.
Tokio blues (Norwegian Wood), Haruki Murakami.

No hay comentarios:

Publicar un comentario