Esclava del deseo de tus dedos recorriéndome, aquellos humedecidos en tu saliva. Rózame suave. Siénteme. Puedes llenarme de lágrimas, seré consuelo. Échame de menos, que aquí estaré esperándote.
No me dobles, no me pintarrajees, no me rompas, que yo también tengo sentimientos.
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