Puedes volverte adicto a cualquier tipo de tristeza, puedes buscar en todas partes el maldito final. Pero cuando dejó de tener sentido y dijiste que al menos podíamos ser amigos, debo admitir que me alegré de que todo hubiese terminado.
Pero no tenías que por qué cortar todos nuestros lazos, distanciarte de esta forma. Hacer como si nunca hubiese ocurrido lo nuestro, como si no hubiésemos sido nada. Ya no necesito tu amor, pero que me trates como un extraño resulta muy duro.
No tenías por qué caer tan bajo. ¿Han recogido tus amigos tus discos y cambiado tu número? ¿Tiraste todos mis regalos? ¿Nuestros recuerdos? Creo que no hacía falta llegar a este punto, pero ahora simplemente eres alguien a quien solía conocer.
Aún de vez en cuando pienso en todas las veces que me hiciste daño, todas las veces que creí que era mi culpa. Quiero dejar de vivir así, dando importancia a todo lo que me dices. Dijiste que podía dejar ir lo nuestro, que no volvería a encontrarte colgada de alguien a quien solías conocer, colgada otra vez de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario